La meditación data de miles de años de antigüedad y deja patente que una práctica regular puede cambiar nuestras vidas; nos permite desarrollar el optimismo y la autoestima, mediante la toma de consciencia sobre nosotros mismos y lo que nos rodea.
Normalmente estamos dispersos, dando vueltas y vueltas en la periferia de nosotros mismos. La meditación es un peregrinaje a nuestro centro, allí el paisaje interior se simplifica y descubrimos la posibilidad cierta de conectar con aquella parte más íntima de uno mismo y que es la que nos aporta paz y felicidad.
Las sesiones de meditación son guiadas, están basadas en técnicas descritas en antiguas escrituras y adaptadas y sistematizadas a nuestros tiempos.
Un espacio para experimentar la libertad que por naturaleza pertenecen al ser humano y que tan a menudo olvidamos.
Todas las practicas pueden realizarse tanto sentados en el suelo, en un cojín, en una banqueta o bien en una silla. La postura se adapta a ti, no tu a la postura.


